Las familias de migrantes que permanecen acampados en la plaza de la República en Reynosa, ayer una vez más sufrieron los embates de las fuertes lluvias que dejaron ‘cabañitas’ maltrechas y por tanto muchos de ellos tendrán que dormir prácticamente sobre el lodo.
Sin embargo, factores como ese no los desalientan y a pesar de que ya les comunicaron que están suspendidos hasta nuevo aviso los trámites para asilo político en Estados Unidos, aseguran esperarán el tiempo que sea necesario para lograr su objetivo que es el de llegar al vecino país del norte en busca de una vida mejor para ellos y sus familias.
Al lugar siguen llegando, de hecho todos los días, más personas provenientes de alguna nación centroamericana para sumarse a las que se encuentran en la referida área verde y que lo mismo han sufrido los estragos causados por lluvias, el intenso calor y el riesgo de contraer enfermedades como el Covid-19 y otras más.
Algunas madres de familia comentaron que al menos que se sepa, ya no se han presentado entre la comunidad centroamericana más casos de coronavirus. Pocas, pero algunas mujeres han optado por regresar a sus países de origen de los que salieron obligados por la violencia y por la pobreza en que viven.
Una de ellas, salvadoreña, anunció el pasado domingo que buscaría la forma de viajar en autobús hasta la frontera sureña de México y de ahí, se dirigiría al lugar donde radica, argumentando que aquí se sufre mucho con el clima y decidió no esperar más tiempo poniendo fin a su aventura y a su objetivo que era el llamado sueño americano.
En el campamento migrante hay más de 2,000 personas, muchas de ellas provenientes del Salvador, otras de Guatemala así como de Honduras y Nicaragua.
Entre el lodo y la humedad tendrán que dormir varios, pues muchas cosas se les mojaron.