Detienen al presidente de la Federación Española de Fútbol por corrupción

Es sospechoso de organizar partidos de la selección española que derivaron en operaciones de negocios en beneficio de su hijo.

BARCELONA (AP) — El presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, su hijo y otros dos directivos fueron detenidos el martes en Madrid dentro de una pesquisa anticorrupción, informó la policía. Villar, vicepresidente primero de la FIFA, el organismo que rige el fútbol mundial, y uno de los vicepresidentes de la UEFA, la confederación europea de fútbol, es sospechoso de organizar partidos de la selección española que derivaron en operaciones de negocios en beneficio de su hijo, según la fiscalía anticorrupción española. El ejecutivo, su hijo Gorka Villar y otros dos directivos fueron detenidos durante registros en la sede del organismo, según un comunicado de la Guardia Civil. Frente a la Federación Española de Fútbol, dos guardias armados vigilaban la entrada mientras el personal entraba y salía de la instalación, ubicada cerca de la cancha donde se entrena la selección nacional de fútbol en Las Rozas, en las afueras de Madrid. Los otros dos detenidos eran Juan Padrón, vicepresidente de asuntos económicos de la RFEF y presidente de la Federación Tinerfeña de Fútbol, y el secretario general de esa asociación regional canaria. Los cuatro fueron acusados de administración desleal, apropiación indebida y falsedad documental, entre otros delitos, señaló la Guardia Civil. La operación “Soule” incluyó además varios registros en las sedes de las federaciones afectadas a las afueras de Madrid y en la isla de Tenerife, así como en sedes de empresas y varios domicilios privados relacionados con los detenidos. La fiscalía emprendió las investigaciones a principios de 2016 tras una denuncia del Consejo Superior de Deportes, el organismo oficial que supervisa el deporte en España. Las averiguaciones llevaron a la fiscalía a sospechar que Ángel María Villar “pudiera haber impulsado la celebración de partidos entre la selección española de fútbol y otras selecciones, consiguiendo de esta manera contraprestaciones para la contratación de servicios y otras relaciones comerciales en beneficio de su hijo”. Los fiscales sospechaban que Padrón y el secretario de la Federación Tinerfeña habrían “favorecido la contratación de sociedades” para beneficio personal. El ministro español de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, dijo en la televisora estatal poco después de que comenzaran los registros que “en España las leyes se cumplen, las leyes son iguales para todos y nadie, nadie está por encima de la ley”. La UEFA indicó en un comunicado que “está al tanto de los reportes sobre el señor Villar Llona. No tenemos comentarios en este momento”. Villar, de 67 años, lidera la federación española desde 1998 y asistió a las victorias de la selección nacional en el Mundial de 2010 y las eurocopas de 2008 y 2012. También ha sido una pieza clave de la política de la FIFA y la UEFA desde la década de 1990, y ha trabajado de cerca con varios líderes de fútbol internacional que después fueron acusados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Su hijo Gorka estuvo vinculado con la confederación suramericana, Conmebol y con tres presidentes de la institución que se vieron implicados en la investigación federal estadounidense. Gorka Villar dejó la Conmebol en julio de 2016. Ángel María Villar fue un duro mediocampista del Athletic de Bilbao y la selección española antes de retirarse para trabajar como abogado y administrador de fútbol. Fue elegido para el comité ejecutivo de la UEFA hace 25 años y para el comité directivo de la FIFA hace 19 años. También ha sido una figura influyente en los comités legales y de arbitraje de ambas organizaciones. Cada vez más percibido como una figura divisiva con ambiciones de liderazgo, Villar decidió no presentarse a suceder a Michel Platini como presidente de la UEFA el año pasado. Antes de sumarse a la Conmebol, Gorka Villar era un destacado abogado especializado en deportes en Madrid. Ayudó a representar al ciclista Alberto Contador en un intento fallido de apelación en la Corte de Arbitraje del Deporte y recuperar su título del Tour de Francia de 2010 tras dar positivo en un control de dopaje.