El miércoles, Ford Motor Co., una de las corporaciones más grandes de Estados Unidos, ofreció su propia respuesta: avisó a unos 30.000 de sus empleados en todo el mundo que pueden seguir trabajando desde sus hogares, y que podrán coordinar con sus jefes para tener un horario flexible. Tendrán un esquema híbrido: podrán trabajar desde casa la mayoría del tiempo y también ir a la oficina para reuniones o proyectos más aptos a interacciones en persona.
El anuncio de Ford es la señal más clara hasta la fecha de que la vida laboral está por atravesar una transformación histórica: desaparecerá el estigma en torno a trabajar desde casa y surgirán las tecnologías que lo faciliten. Varios indicadores sobre la realidad laboral para cuando concluya la pandemia apuntan a que trabajar desde casa será más común de lo que era hace apenas un año.
Un informe del website de búsqueda de empleos Indeed afirma que los avisos con las palabras “empleo remoto” se duplicaron desde que comenzó la pandemia, y siguen aumentando incluso en momentos en que la campaña de vacunación avanza y el ritmo de contagios nuevos diarios va bajando.
“Si los avisos de empleo están en lo cierto, los empleadores están más dispuestos a aceptar el trabajo a distancia aun cuando algunos empleados están regresando a sus oficinas”, expresó Jed Kolko, economista de Indeed.
La proporción de avisos publicados por Indeed que mencionan las palabras “trabajo remoto” o “trabajo desde casa” ascendió a 7% el mes pasado, respecto del incremento de 3% de hace un año. Pero en algunos sectores el incremento fue aun más pronunciado, incluso en los que tradicionalmente no han sido receptivos a dejar que sus empleados trabajen a distancia.
En el sector de servicios legales, por ejemplo, los avisos buscando asistentes y aceptando el trabajo a distancia aumentó de 5% en la segunda mitad del 2019 a 16% en la segunda mitad del 2020. En banca y finanzas, para cargos como de actuario o de oficiales de crédito, los avisos aceptando trabajo a distancia subieron de 4% a casi 16%. Para psicólogos, el aumento fue de 1% a casi 7%.
Tal transformación a su vez podría tener repercusiones en las decisiones de la gente en cuanto a dónde vivir, lo que podría incidir en la situación económica de diversas zonas metropolitanas. Por ejemplo, profesionales altamente cualificados podrían migrar de las ciudades más caras en las costas de Estados Unidos a ciudades o poblados donde el costo de vida no es tan alto.