El gobierno de Reynosa se mantiene firme en acatar la solicitud de CILA de desalojar y demoler el albergue para migrantes “Senda de Vida“, al señalar que se construyó en una zona inundable y que además no respetó los tratados para mantener al Río Bravo como frontera entre Estados Unidos y México.
José Luis Márquez Sánchez, secretario del Ayuntamiento, explicó: “El albergue Senda de Vida se encuentra totalmente en el cauce del Río Bravo, siendo sujeto a inundación y en riesgo de daños a la infraestructura, pérdida de vidas humanas durante una avenida en particular ante la proximidad de la época de huracanes, aunado a que se ha detectado la construcción de un inmueble sin autorización”.
El funcionario mostró su postura a través de un comunicado emitido ayer en canales oficiales del gobierno, y en el texto se hace énfasis en que la Secretaría de Obras Públicas local entregó el apercibimiento a los directivos jurídicos del albergue, bajo una solicitud recibida por la Sección Mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA).
“A efecto de no caer en responsabilidad por los daños que pudieran ocurrir a la infraestructura y personas en el albergue en caso de una contingencia” fue que se procedió al ultimátum.
En torno a las violaciones de los tratados para mantener al Río Bravo y Colorado como fronteras entre ambas naciones, puntualizó: “El artículo IV-B firmado el 23 de noviembre de 1970 que prohíbe la construcción de estructuras permanentes dentro de la zona de inundación del Río Bravo, ya que pueden constituir una obstrucción o desviación de la corriente normal o de avenidas de dicho río”.
Mientras tanto el plazo de desalojo y posible demolición sigue su curso, bajo la premisa de que en un tiempo límite de cinco días (a partir del martes cuando se entregó el apercibimiento) la zona debe quedar libre.