Peter Greenaway presenta la historia de amor gay y el descubrimiento de México a través de los ojos de un extranjero en ‘Eisenstein en Guanajuato’
Desencantado de industria fílmica
Peter Greenaway presenta la historia de amor gay y el descubrimiento de México a través de los ojos de un extranjero en ‘Eisenstein en Guanajuato’
Convencido de que el cine está muerto, el afamado cineasta británico Peter Greenaway, quien presenta por primera vez en México su más reciente cinta “Eisenstein en Guanajuato”, lamentó que no exista industria fílmica, toda vez que “sólo hemos visto 120 años de texto ilustrado”.En entrevista el director detalló que en ese lapso se ha tratado de contar historias a través del cine, “pero no ha habido nada nuevo, y hemos visto millones y millones de películas, pero es como si ya hubiéramos visto todas las historias”.“Son tan predecibles que uno va a ver una película y en 10 minutos ya sabe que va a pasar, entiendes el género y pueden apreciar el punto de vista de los personajes”, expuso.De visita en México como invitado especial de la décimo tercera edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), en la que hoy impartirá una master class, Greenaway sostuvo que el cine es aburrido porque se basa en texto, queriendo contar historias.NADA ORIGINAL“El cine es muy malo tratando de contar historias porque siempre nos remite al libro, no hay nada original en el contenido (...) es decepcionante. Yo soy pintor y siempre trato de recrear la imagen y a su vez ésta priorizada como texto”, señaló el creador.Sin embargo, dijo con sorna, “no puedo ir al estudio de un productor con cuatro pinturas, tres litografías y un libro para pedirles dinero, porque me van a decir sácate de aquí”.“Ellos (los productores) sólo quieren texto, texto, así que el cine sólo se basa en texto y eso es trágico porque queremos algo nuevo y que sea verdadero cine y no una forma bastardeada de texto ilustrado”, enfatizó.Respecto a “Eisenstein en Guanajuato”, cuya premier tuvo lugar la noche del pasado sábado en un reconocido cine de la capital michoacana, Greenaway expuso que intentó “celebrar lo grandioso que fue el director de cine y teatro soviético, y reconocer el verdadero cine, más no el teatro ilustrado, no el texto ilustrado, sino el cine serio, aunque de éste existan muy pocos filmes”.