Ligeros temblores sacuden el pueblo zapoteco de San Pedro Quiatoni. Las mineras taladran los suelos con barrenos, rellenan los agujeros de explosivos y los detonan.
La explotación que realizan las mineras ya alcanzaron pozos profundos, ríos y manantiales. Éstos presentan signos de contaminación con el arsénico y el mercurio utilizados para separar los metales preciosos de la roca.
Don David Gold es una de las tres empresas contra las cuales la comunidad de San Pedro Quiatoni interpuso, el 12 de febrero del año pasado, el juicio de amparo 178/2020 a fin de frenar las concesiones para explotar el subsuelo. Las otras son Minerales del Prado y Desarrollos Mineros San Luis, todas subsidiarias de la compañía estadunidense Gold Resource Corp.
Al día siguiente el Juzgado Primero de Distrito en el estado concedió la suspensión de plano a la comunidad. Las tres empresas mineras debían suspender sus trabajos en su territorio mientras se desahoga el juicio, pero desacataron la medida judicial y continúan operando. Ahora el Poder Judicial de la Federación se encuentra en una encrucijada:
Por un lado presionan las tres mineras y la Secretaría de Economía federal, que según los pobladores ha respaldado a las empresas para interponer recursos de queja y retrasar el proceso. Por el otro, está el pueblo zapoteco, que sigue insistiendo para que el tribunal colegiado dicte sentencia sobre el amparo y exige al gobierno federal que no influya a favor de las mineras.