A los 14 años de edad se fueron de casa “Xavi” Báez y “Ponchito” González para poder cumplir el sueño de jugar en Primera División.
Pues los mismos pasos está siguiendo Juan Alberto Briseño Tamez quien dejó Reynosa para aprovechar la gran oportunidad que el futbol le está poniendo.
Los Tigres le echaron el ojo a este zaguero central grandote, de 1.80 metros que además es muy técnico. El primer año lo jugó con las fuerzas básicas en la categoría Sub-15 pero hace un par de meses fue registrado con el equipo de Tercera División para subir el primer escalón ya como jugador profesional.
Desde que tenía 6 años de edad ya pateaba el balón en las retas callejeras de la Colonia Esfuerzo Nacional pero ahora lo hace en las instalaciones de Zuazua teniendo al francés Gignac a unos cuantos metros. Briseño comenzó a jugar en equipos locales siendo el CEFAR León la punta de lanza ya que fue los felinos lo vieron portar esa camiseta.
Ahora es Tigre y siente mucho orgullo de poder demostrar que todo el esfuerzo que ha hecho él y su familia ha valido la pena.
“Nunca dudé en venir, pero como quiera si pensé en todos los sacrificios que tenía que hacer, sobre todo no ver a mi familia, yo sigo estudiando acá también”, indicó el joven futbolista.
Juan Briseño quiere jugar al lado de sus ídolos Hugo Ayala y Samir Caetano, también admira al holandés Virgil van Dijk. El camino aún es largo pero sabe que el fútbol es como la pelota y da muchas vueltas, por eso les deja un mensaje a todos los niños y jóvenes de Reynosa que están a punto de dar ese primer paso.
“Que no se rajen, que hay que esforzarse mucho cuando llegas a un club profesional, tienes que jugártela y si de pronto no te gusta pues te regresas pero las oportunidades se tienen que aprovechar”, terminó.