La villa olímpica de Ucrania destaca por su atmósfera sombría, con menos celebraciones y fiestas que las otras para aficionados, colocadas por los distintos países para promover a sus atletas y su cultura. Hay momentos de silencio por las víctimas de la guerra y proyecciones de documentales sobre la destrucción.
El objetivo de los organizadores es mantener la invasión rusa de Ucrania en primer plano para la gente común, después de más de dos años de guerra.
Muchas personas se han cansado de las oleadas de devastación en Ucrania. Además, la atención del mundo se ha desplazado a otros sitios, como la guerra en la Franja de Gaza o las elecciones presidenciales de Estados Unidos, pero sin esa atención podría resultar cada vez más difícil para Kiev obtener más ayuda militar de sus aliados occidentales para resistir la agotadora guerra de desgaste.
Con las miradas de todo el mundo en los Juegos Olímpicos de 2024, Ucrania aprovechó el momento para decir que buscaba algo más que medallas: competía por la atención mundial.
"No es posible separar al deporte de la guerra, porque la guerra nos destruye a todos", dijo Yaroslava Gres, cofundadora de la agencia ucraniana de comunicaciones Gres Todorchuk. "El dolor que experimenta Ucrania y la necesidad de comunicarlo y evocar empatía y solidaridad es la parte más difícil".