Red Bull recién cedió el liderato del Campeonato de Constructores en Azerbaiyán y la crisis de malos resultados apunta a extenderse, pues este fin de semana a la F1 le toca correr en Singapur.
Y es que la escudería austriaca carga con una especie de maldición en el circuito de Marina Bay, ya que, desde que en 2014 comenzó la era híbrida en el Máximo Serial, apenas ha ganado ahí una vez, cortesía de Sergio Pérez en 2022.
Más todavía: hace un año, cuando los de Milton Keynes iban por el récord de los 22 triunfos totales de la campaña, perdieron de forma sorpresiva el invicto en Singapur ante Ferrari, que capitalizó la oportunidad con Carlos Sainz Jr.
Así pues, el panorama luce adverso incluso para evitar que Max Verstappen pierde terreno como líder del Campeonato de Pilotos, pues el tricampeón de la F1 no gana desde hace 7 carreras y su mejor resultado en Marina Bay ya tiene 6 años, pues fue el segundo lugar en 2018.
Para recuperar el liderato del Campeonato de Constructores y mantener la ventaja en la lucha por el título de pilotos, Red Bull tiene que encontrar una solución duradera a la falta de rendimiento de su monoplaza.
Aunque el primer ajuste que se hizo en el suelo del RB20 en Bakú fue efectivo, principalmente en el bólido de Checo, la falta de velocidad en rectas y el desgaste de los neumáticos son dos áreas que están en constante revisión sin conclusión.
"Estamos presionando mucho. Ahora no estamos defendiendo (el liderato), estamos persiguiendo. Así que cambia la dinámica de nuevo, y vamos a tirarle todo", comentó Christian Horner, jefe de los Toros Rojos.
De los rivales de Red Bull: McLaren, Ferrari y Mercedes, solo las Flechas Plateadas pueden presumir de alta efectividad en Singapur con 4 triunfos en los últimos 10 años: 3 de Lewis Hamilton (2014, 2017 y 2018) y uno de Nico Rosberg (2016), mientras que el Cavallino Rampante ganó con Sebastian Vettel en 2015 y 2019, y lo hecho por Saínz en 2023.