Los últimos 6 meses con Red Bull significan el periodo de mayor incertidumbre para Sergio Pérez en 14 años de trayectoria en la Fórmula Uno.
A partir del Gran Premio de Emilia Romaña, el piloto mexicano perdió la confianza en el monoplaza y entró en un bache por su bajo rendimiento en las sesiones de Calificación y en las carreras.
Checo dejó escapar el subliderato y constantemente se cuestionó su continuidad en el equipo de las bebidas energéticas pese a firmar una extensión de contrato hasta 2026.
"(Quisiera) olvidar los últimos seis meses. La verdad es que ha sido duro. Imagina que tienes un coche tan limitado que sabes que no puedes hacer nada con él el fin de semana. Lo único en lo que piensas es que puedes chocar en cualquier momento, porque no tienes control sobre él.
"Y luego, la presión mediática que tiene Red Bull, en ese ambiente donde todo el mundo te está juzgando, creyendo que no eres tan bueno como antes, y muchas cosas más", comentó el corredor tapatío a DAZN.
Los tropiezos del tricolor no está directamente relacionado con sus errores, sino con el bólido de la actual campaña de la F1, el RB20, pues las actualizaciones que introdujo Red Bull no han funcionado, ya que también le están jugando en contra al tricampeón Max Verstappen.