En Milton Keynes, la fábrica de la escudería en Inglaterra, se presentó el auto que conducirán Max Verstappen y Sergio Pérez esta campaña de la F1.
El equipo austriaco dio un paso inesperado en la evolución de su monoplaza, pues la fuente de inspiración del RB20 fue el W14 de Mercedes del año pasado. Desde el día de filmación en Silverstone, se revelaron los nuevos pontones del bólido azul, los cuales ya no tienen la base en la parte baja de la entrada de aire.
Para que esa entrada tenga un soporte, cuenta con un ligera caída vertical y hacia adentro que se conecta con la parte lateral del cuerpo del auto. Una lengüeta o ala separará el aire que entra y lo direccionará al centro, a los radiadores y al suelo.
Al cubremotor lo rodean líneas rectas y a los costados tiene unos tubos que comienzan por el descanso de la cabeza del piloto, cerca del halo, y bajan hasta la cola del monoplaza para liberar el aire caliente. Otro movimiento estratégico de los ingenieros fue el morro, que ahora está conectado hasta el final del alerón. Anteriormente se colocaba en la segunda línea.
"Es una evolución del coche del año pasado, obviamente, y es nuestra vigésima versión. No es conservador () bastante agresivo en ciertas áreas y sigue empujando los límites", comentó Christian Horner, jefe del equipo. En 2023, la franquicia consiguió 21 de 22 triunfos, de las cuales 19 fueron del neerlandés y 2 del mexicano, y conquistaron los Campeonatos de Pilotos y de Constructores.