- Monterrey, N.L.
De manera increíble e inexplicable, a Pato O’Ward se le escapó el triunfo en el Gran Premio de San Petersburgo, a tres vueltas del final de la primera carrera del año de la IndyCar.
El piloto regio marchaba líder de la competencia, pero en las últimas vueltas comenzó a perder potencia ante el sueco Marcus Ericsson y, en la vuelta 97, en una recta, simplemente el de Chip Ganassi Racing rebasó sin problema al de Arrow McLaren.
Afortunadamante para el mexicano, logró mantener la segunda posición ante la persecución del veterano Scott Dixon.
Pato buscaba hacerse de su quinta victoria en la categoría luego de que un contacto que tumbó a Scott McLaughlin y Romain Grosjean de la punta le abriera las puertas para ponerse como líder. Pero al final, la historia tenía preparado otro desenlace.
CARRERA ACCIDENTADAApenas en la primera vuelta, cuando el pelotón aún estaba pegado, una ligera maniobra de Scott Dixon hizo que Felix Rosenqvist se abriera y le diera un toque al muro exterior.
Tras esto, los pilotos que venían atrás bajaron su velocidad, comenzaron algunos contactos y fue Devlin DeFrancesco quien se llevó la peor parte, al quedar de lado y recibir un fuerte impacto del novato Benjamin Pedersen, quien por la nula visibilidad no pudo frenar.
Aparte de otros ligeros contactos, hubo un segundo percance fuerte en la carrera, cuando en la vuelta 42 Kyle Kirkwood pasó volando sobre el auto de Rinus VeeKay. Jack Harvey había terminado en medio de ambos con la peor parte.
EL MOMENTO QUE PARECÍA SER CLAVECorría la vuelta 72, Romain Grosjean, el “pole sitter” de la carrera, marchaba a toda velocidad, pero se encontró con Scott McLaughlin justo en la salida de pits cuando el neozelandés regresaba a pista.
Se repetía la imagen que ya se había visto de mitad de carrera, pero hubo una diferencia que terminó por escribir el destino de ambos.
McLaughlin superó a Grosjean, pero el francés no quiso quedarse atrás, pisó a fondo e intentó pasar por fuera en una curva. Ahí, Scott se abrió más de la cuenta buscando sacar al ex Fórmula Uno, pero para su mala fortuna él también se fue contra la barrera de llantas.
Romain tuvo que abandonar la prueba con una clara molestia golpeando con los puños las llantas del muro con el que se estrelló, mientras que McLaughlin sí logró terminar la contienda, pero muy lejos de la cima (13).
Este accidente le abrió la puerta a Pato para que se fuera al primer lugar.
En el reinicio de la bandera verde, O’Ward hizo lo que debía: pisar fuerte y manejar inteligente. Y así lo estaba haciendo.
Mientras Marcus Ericsson se enfocaba en frenar a Scott Dixon para defender su segundo lugar, el tricolor se escapaba en la punta, hasta que llegó esa fatídica aparante falla en el motor del auto del mexicano que le quitó un debut soñado en la temporada