CIUDAD DE MÉXICO.-El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza aprovechó el escenario perfecto y cerró con broche de oro su historia en la Plaza México al cortar dos orejas y lucir con su toreo a caballo, para ser el triunfador y salir en hombros.
En la corrida de aniversario del Coso de Insurgentes, el público respondió y una vez más provocó el lleno.
Lo mejor de la tarde llegó con el último astado, las "Golondrinas" sonaban y el español lució feliz en la lidia. El toro "Manuel" de los Encinos se prestó al lucimiento, embistiendo y presumiendo bravura. Emocionó con su categoría y mató de gran forma, por lo que de inmediato el público estalló de emoción y pidió las dos orejas.
Con su primer enemigo, Hermoso de Mendoza no logró hacer grandes cosas. Mostró su experiencia al lidiar a un toro que por momentos se mostró débil. Toreó de frente arriba de un caballo que es nieto de 'Cagancho'. Clavó el rejón de muerte y recibió una tibia ovación.
Los que también cortaron una oreja cada uno fueron Arturo Gilio, quien confirmó, y Ernesto Javier "Calita".
Gilio fue quien lidió al primer toro y lo hizo de rodillas, cuajando buenos derechazos, aunque el toro de los Encinos le faltó embestir. Aprovechó sus condiciones, sin apretarlo. Mató con una buena estocada que le valió una oreja, tras la petición de la gente.
En segundo, Gilio tuvo que lidiar con un astado que se quedaba parado y que no terminaba la embestida. El berrendo fue de más a menos y mató con puntería y provocó algunas palmas.
En tanto, "Calita" recibió con rodillas en tierra a un toro que mostró desde el principio obediencia y sacó buenos capotazos. Con la muleta, el toro lució más y el torero emocionó al público con buenas tandas, aunque batalló con el viento. Enterró completa la espada, aunque se llevó un golpe al tirarse a matar. Le dieron una merecida oreja.
En su segundo enemigo, 'Calita' poco pudo hacer ante un toro que no lucía fuerza, pero obedecía con mucho trabajo al engaño. Luego de una buena tanda de muletazos que emocionó al público, pinchó y ahí se le fue la oreja. Mató en su segundo intento con una atinada estocada.