Ciertos detalles captan la atención de Naomi Osaka de cara a su retorno a las citas de Grand Slam.
Se enfoca más en el momento. Más paciente. Más atenta de quiénes están pendiente de ella al disputar su primer grande desde 2022, y el tipo de impresión que dejará.
El primer Abierto de Australia de 15 días, que levantará el telón el domingo por la mañana (noche del sábado en el hemisferio americano), es el torneo de los regresos. Osaka es la figura más destacada en un cartel en el que competirán tres ex número uno del mundo que se consagraron previamente en Australia y que vuelven al Melbourne Park por primera vez como madres.
La atención hacia ese trío — Osaka, Angelique Kerber y Caroline Wozniacki — se ha intensificado luego que el retorno de Rafael Nadal al circuito fue abortado al cabo de tres partidos.
El campeón de 22 grades sufrió un leve desgarro muscular cerca de la zona donde se operó la cadera y viajó de vuelta a España, con lo que Novak Djokovic quedó como el único integrante de los Tres Grandes del tenis masculino que entrará en escena.
Osaka compitió por primera vez en más de un año hace un año. Se convirtió en madre en julio, cuando su hija, Shai, nació.
La campeona se fue 1-1 en Brisbane y se le vio departiendo más con otras colegas, y más dispuesta a conectar con sus fans.
"Una parte de mí siente que Shai me mira", dijo. "Quiero destacarme por ella. También, cuando firmaba autógrafos, presté más atención a los niños. Los veo de manera diferente, ya que ahora soy madre, y puede ver a Shai con esa edad. La verdad es que cuando juego soy consciente de que quiero ser una modelo ejemplar por mi hija".
De 26, Osaka tiene una madre japonesa y un padre haitiano. Nació en Japón y creció en Estados Unidos. Con sus patrocinios y premios, es una de las mujeres más ricas del deporte femenino.
En el pasado, sufrió con la presión de cargar tantas expectativas. Osaka se sinceró sobre sus problemas de depresión y ansiedad al retirarse del Abierto de Francia en 2021. Se alejó del tenis para cuidar su salud mental.
No jugó el año pasado, pero dice que echó de menos competir.
"Ser madre cambió mucho mi mentalidad", dijo. "Soy mucho más de mente abierta, mucho más paciente. También me siento más fuerte físicamente, pero creo que Shai definitivamente me ayudó a tener una visión diferente de las cosas".
Osaka ganó su segundo título del US Open en 2020 y su segundo Abierto de Australia en 2021. Tras ello, reconoció que "me encerré bastante".
"Creo que eso no fue correcto... Cuando la gente te da cosas positivas y alegría, me parece justo poder retribuirles", dijo.
En Brisbane, Osaka dejó de ponerse audífonos. "¡Un cambio de personalidad!", señaló.
"Me siento más confiada en mi persona", dijo. "Ahora puedo interactuar con la gente".
Kerber, cuya primera coronación en un Slam fue en Australia en 2016, se bajó del US Open de 2022 tras quedar embarazada. Su hija, Liana, nació en febrero y logró su primera victoria en un partido oficial la semana pasada en Sydney como integrante del equipo de Alemania que obtuvo el título en la United Cup.
"En mi caso, tener un regreso como este, mejor imposible, para ser honesta", dijo. "Empezaba de cero. No tenía idea alguna sobre mi nivel".
Una de sus cuatro derrotas fue ante la número uno mundial Iga Swiatek, una de las pistoleras que dominan el tenis femenino. Más allá de eso, la sensación de volver a las pistas "fue increíble, lo echaba de menos".
Wozniacki ganó el Abierto de Australia en 2018 y acabó una larga espera por su primer cetro en un Slam. se casó con David Lee, un ex NBA, un año después, se marchó de la hora en 2020 y tuvo un par de hijos, Olivia y James.
Reapareció a tiempo para el US Open del año pasado, sucumbiendo ante la eventual campeona Coco Gauff en los octavos de final. Recibió la invitación para disputar el Abierto de Australia y se puso a tono en Nueva Zelanda, donde perdió ante otra mamá, Elina Svitolina.
Hay otras madres en el cuadro de 128 jugadores en Australia, incluyendo la dos veces campeona Victoria Azarenka, semifinalista el año pasado con la compañía de su hijo, Leo.
Azarenka señaló que el estereotipo de que no se puede ser un deportista de élite con una familia quedó roto.
"Evoluciona más y más. El ejemplo de eso es ver a tantas jugadoras sin pasar problemas para volver a la gira", dijo Azarenka. "Creo que tenemos mucho para crecer en ese sentido".
Tres mujeres se han consagrado en los Slams de la era abierta tras tener hijos: Margaret Court en Australia en 1973, Evonne Goolagong Cawley en Wimbledon en 1980 y Kim Clijsters en el US Open en 2009.
Serena Williams se perdió cuatro majors antes de volver en 2018 tras el nacimiento de su primera hija, Olympia, pero no pudo aumentar su colección de 23 títulos de Grand Slam.
Aryna Sabalenka, la reinante campeona del Abierto de Australia, derrotó a Azarenka en las semifinales de Brisbane la semana pasada, describió a su compatriota bielorrusa y a Williams como una inspiración para otras deportistas.
"Me hacen tener la convicción de que quizás algún día tendré un bebé y volver a jugar al más alto nivel", dijo Sabalenka.