Poco más de tres horas después del inicio del partido, Zverev corría hacia su derecha para perseguir un tiro del español al momento de desplomarse. Cubierto de arcilla, el alemán de 25 años inmediatamente se tomó el tobillo derecho, gritando de dolor.
Un entrenador entró a la cancha para atenderlo y Nadal cruzó al otro lado de la red para ver cómo estaba su rival. Zverev fue sacado de la cancha en silla de ruedas.
Varios minutos después, volvió con muletas y al borde del llanto anunció que debía retirarse del partido. De momento se desconoce la gravedad de la lesión.
Nadal ganó el primer set 7-6 (8) y el segundo también se dirigía a un desempate antes del incidente.
“Estar en la final de Roland Garros es un sueño, sin duda”, dijo Nadal durante la entrevista en cancha, donde reveló que había visto llorar a Zverev en una pequeña habitación del estadio.
El español se ha convertido en el segundo finalista masculino de mayor edad en la historia del Abierto de Francia. Ahora intentará ser el campeón de mayor edad en un torneo que ya ha ganado un récord de 13 veces.
Hay algo más en juego para Nadal en la final del domingo: Sería la primera vez que el español gana las dos primeras etapas del Grand Slam del año calendario. Su rival será el noruego Casper Ruud, que en la segunda semifinal superó 3-6, 6-4, 6-2, 6-2 al croata Marin Cilic.
Ruud, de 23 años, será el primer tenista noruego en disputar una final de un torneo major. Eliminó a Marin Cilic, campeón del US Open de 2014, en un encuentro que fue interrumpido por más de 10 minutos en el tercer set cuando una activista en contra del cambio climático se encadenó en la red y se puso de rodillas en la cancha.
Ruud nunca ha enfrentado a Nadal, pero entrenó en la academia del llamado “Rey de la arcilla” en Mallorca.