Vaya que Sergio Pérez escogió el momento ideal para volver a un podio en la Fórmula Uno.
El tercer lugar en el Gran Premio de Hungría le dio a Pérez el 32do podio en su carrera, pero el primero en el Hungaroring. También fue un recordatorio de su calidad, además de sacarse la presión que acuciaba al piloto mexicano tras una mala racha.
Fue apenas el segundo podio de Pérez en sus últimas seis carreras.
Se antoja normal al considerar que está al volante de un formidable monoplaza de Red Bull que ganado cada una de las 11 carreras de la temporada. Nueve han sido para Max Verstappen, quien enlazó la séptima con otra exhibición dictatorial.
Pérez pudo acompañarle a la hora del baño de champaña tras largar noveno en un autódromo que es considerado como uno de los más difíciles de la F1 para los rebasamientos, después del circuito urbano de Mónaco.
"Este rendimiento, esta carrera, estos días, ayudan a la confianza", dijo el mexicano de 33 años. "De ahora en adelante hay que estar en el podio todos los fines de semana. Sigamos en esa línea".
Christian Horner, el jefe de Red Bull, se mostró aliviado al elogiar a "Checo".
"Hizo una gran carrera. Creo que su recuperación, sus adelantamientos fueron valientes", señaló. "La estrategia que tuvo. Ha estado en llamas".
Después de ganar dos de las primeras cuatro carreras esta temporada, Pérez se señaló a él mismo como un candidato al título y lo ratificó al conseguir la pole en el Gran Premio de Miami en mayo.
Pero tras quedar segundo detrás de Verstappen en esa carrera, Pérez entró en una espiral negativa que le ha dejado 110 puntos rezagado del neerlandés — líder por mucho — al cabo de apenas 11 válidas.
Rumbo a Hungría, Pérez llevaba cinco carreras sin clasificarse dentro de los 10 primeros, algo inexplicable al considerar la clase de monoplaza que conduce, incluyendo un desastroso 16to puesto en Mónaco.
Para empeorar más las cosas, cometió un error propio de un novato al chocar cuando apenas habían transcurrido tres minutos en la primera práctica el viernes en Hungría. Ello ocurrió en el mismo día que Daniel Ricciardo, ex de Red Bull, regresaba a la FI a AlphaTauri — equipo filial de Red Bull.
Los rumores en la F1 sobre un posible cambio se dispararon.
Se conjetura que una fuerte segunda mitad de Ricciardo con AlphaTauri podría llevar al australiano de vuelta a Red Bull, todo a expensas de Pérez.
Así de implacable es la F1.
Pero Pérez respondió de la mejor manera posible el domingo, con una de sus mejores demostraciones en mucho tiempo.
No cometió errores y se exhibió con un par de audaces rebasamientos al Ferrari de Carlos Sainz Jr. y al Mercedes de George Russell: el primero por el interior, el siguiente por afuera.
Es el tipo de arrojo que Pérez necesita mostrar, y por ello Horner se sintió reivindicado por expresar su apoyo públicamente.
"Una carrera como esa nada más te sirve para llenarte de confianza", dijo Horner. "Para mi, lo que hizo fue mandar un mensaje: ´No me descarten´".
Otro podio en el GP de Bélgica el próxima fin de semana le quitará más presión a Pérez de cara a la pausa de mitad de temporada.
"Uno aprende de los errores, te hacen ser mejor piloto y sigues adelante", dijo Verstappen, apoyando a su compañero. "Estamos primero y segundo en el campeonato".