La letra concebida por el poeta Francisco González Bocanegra y la música compuesta por Jaime Nunó volvieron a formar esa dulce mezcla que es sinónimo de victoria... Y fue en dos ocasiones.
El Himno Nacional retumbó en París.
Todo comenzó gracias al legendario Arnulfo Castorena, quien con 46 años de edad volvió a demostrar ser uno de los mejores paranadadores en todo el planeta.
El tapatío se impuso en los 50 metros pecho SB2, prueba en la que se coronó por cuarta ocasión, después de sus éxitos en Sidney 2000, Atenas 2004 y Tokio 2020.
"Cada vez es más difícil. En la mañana hice un buen tiempo, mucho mejor que en Tokio, pero ahora se subió", reconoció. "Aquí lo importante es que mantuve el primer lugar y me siento orgulloso de estar nuevamente en el podio".
Sitio que ganó con gran autoridad, ya que fue el único competidor que terminó la prueba por debajo del minuto (59.41 segundos).
La maravillosa jornada fue completada en el Stade de France gracias al capitalino Juan Pablo Cervantes, quien se colgó el oro debido a su victoria en los 100 metros categoría T54.
Hace tres años, en la capital japonesa, subió al podio con la medalla de bronce, pero viajó a Francia con la meta de mejorar ese resultado y cumplió con creces.
"Este oro me lo dedico a mí", sentenció. Juan Pablo ha pasado por muchas cosas, emocionalmente hablando, "Pero ahora tengo lo que tanto quería".
Eso que genera orgullo en todo un país, porque el Himno Nacional Mexicano se escuchó dos veces en Francia, acordes de una dulce jornada paralímpica.