- SAN SALVADOR, El Salvador
Antes de convertirse en nadadora artística, Joana Jiménez fue velocista en atletismo y practicó basquetbol. Y, pese a que una entrenadora le dijo en su infancia que la natación artística no era para ella, Joana no desistió y hasta llegó a una Final olímpica.
Sus padres Jorge y Teresa lo cuentan con orgullo.
"Destacó en basquetbol y en atletismo; a los 9 años tuvo que decidir por cuál y se decidió por la natación artística y hasta la fecha aquí está", expresó la mamá de Joana en entrevista.
Joana se colgó ayer un oro y una plata, en dueto y solo técnico, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023.
"Duré un año en natación artística, pero en ese año me di cuenta que no era buena y mis compañeras pasaban de niveles. Y por no quedarme sin deporte un día iba a atletismo y otro a basquetbol y en una competencia me encuentro a la entrenadora y me convence de volver a la natación artística", recuerda la ondina.
Joana rememora cuando competía en relevo 4X400 metros, pero ella le dio una segunda oportunidad a la natación artística, donde ha cosechado sus mayores logros y ya es medallista centroamericana, panamericana y finalista olímpica en Tokio 2020.
El camino a sus segundos Juegos Olímpicos comienza en El Salvador, donde las ondinas buscan refrendar sus títulos. Joana corre veloz hacia París 2024.