En el territorio de Honda se correrá la fecha 18 del calendario de la Fórmula Uno, carrera que estuvo ausente por dos años ante la pandemia de Covid-19.
Las expectativas en el Gran Premio de Japón son altas, ya que Max Verstappen podría obtener su segundo título mundial si gana la carrera.
Al igual que Singapur, Suzuka es una pista que demanda concentración y precisión por las altas velocidades que se alcanzan.
El primer GP del País del Sol Naciente se celebró en Fuji, etapa que abarcó los años de 1976 y 1977, y estará siempre marcada por la lucha entre James Hunt y Niki Lauda.
En el regreso de la Máxima Categoría al país asiático, en 1987, se optó por el trazado de Suzuka, el cual fue diseñado por el neerlandés John Hugenholtz y es propiedad de Honda, una de las empresas automotrices más importantes del mundo.
Ubicado al suroeste de Nagoya, este circuito es llamativo por su forma, la cual se asemeja a un “8”.
Básicamente, esta pista de 5,807 kilómetros tiene de todo: rectas, curvas, pendientes y zonas para adelantar.
Desde la curva 3 y hasta la 6 se forma un camino de eses que requiere de una configuración ideal en el monoplaza.
Las manos, pies y enfoque de los pilotos son muy importantes porque si inicias mal, terminas mal ese sector, ya sea por un choque o bloqueos que afecten el registro de tiempo por vuelta.
Optar por un balance más rígido en el monoplaza será la clave porque las “S” generan cambios bruscos de dirección, velocidad y estabilidad, y en consecuencia se sufrirá en las partes más lentas.
Ferrari y Red Bull deben trabajar en la fiabilidad de sus motores si no quieren perder fuerza en las pendientes, de igual forma, encontrar la ventana ideal para que los neumáticos no se desgasten rápidamente, razón por la que Pirelli ha destinado la gama más dura de neumáticos.
En cuestión de adelantamientos, la zona ideal para hacerlos es entre las curvas 14, 15 y 16, que forman una especie de ángulo de 90 grados.