CIUDAD DE MÉXICO
El "León Neerlandés" rugió con fuerza en el Gran Premio de España.
Desde que McLaren se convirtió en una verdadera amenaza para Red Bull, a Max Verstappen le cuesta más trabajo, pero aún así gana.
La velocidad del RB20 en las pasadas tres carreras, aunada a la de este fin de semana en Barcelona, fue superada por el monoplaza color papaya, sin embargo, la estrategia del equipo de las bebidas energéticas, los riesgos, los cero errores y el trabajo de manos del tricampeón hacen la diferencia en el duelo rueda a rueda contra Lando Norris.
Si bien es cierto que en la arrancada el actual monarca de la Fórmula Uno hizo prácticamente todo el trabajo al superar a Norris y un par de vueltas más tarde le quitó la punta al Mercedes de George Russell, quien había hecho una sorprendente movida y se coló por la parte de exterior de la pista, la gestión de neumáticos fue clave.
"Fuimos muy fuertes, no cometimos ningún error y el equipo también logró la parada en boxes más rápida este año (1.9 segundos). Logré adelantarme en la segunda vuelta, lo que finalmente me permitió ganar la carrera, y el equipo hizo un gran trabajo ya que fuimos agresivos con la estrategia.
"Necesitaba empujar un poco más ya que Lando quería atraparme. En última instancia, debemos maximizar nuestro rendimiento y gestionar los neumáticos lo mejor que podamos (para las siguientes citas)", aseguró "Súper Max", quien cruzó en primer lugar la meta catalana, seguido de Norris, de McLaren, y quien traía mayor ritmo y velocidad al final de la prueba; Lewis Hamilton, de Mercedes, fue tercero.
Verstappen sigue tranquila y cómodamente en la cima del Campeonato de Pilotos con un total de 219 puntos.
El nacido en los Países Bajos demostró que para cruzar primero la bandera a cuadros no necesariamente tienes que ser el más rápido, sino el más inteligente.