Ciudad de México
Cachorro Lagunero se emociona mucho cuando le hablan de la Coliseo, pues de chiquito vivió muchas emociones en esa Arena.
El embudo de la calle Perú cumplió 79 años de existencia y cuando el más pequeño de los vástagos de Blue Panther habla del recinto, se le ilumina su mirada pues en su niñez, como un aficionado más, creó recuerdos significativos.
“Cuando estaba muy chiquito justo en la entrada del baño de mujeres, me la pasaba esperando a todos los luchadores, yo no sabía quién era quién ni nada, sólo llevaba mi libretita y luchador que veía pasar, temblando y a punto del llanto, les pedía su autógrafo.
“Esa emoción era totalmente diferente a lo que pude haber vivido en otras arenas y realmente la Coliseo emocionalmente para mí vale muchísimo”, indicó.
Ahora ya dando sus primeros pasos en el pancracio, Cachorro disfruta mucho del ambiente que se vive en el Embudo Coliseino, además de que la experiencia dentro del encordado es para él fascinante.
“En la Arena Coliseo sabemos que se representa otra forma totalmente diferente de ver la lucha libre inclusive para nosotros, causa una emoción diferente pues su forma de embudo hace que tengamos más cerca la gente”, finalizó.
Escuchan al patriarca
Un felino alfa encausará a sus cachorros a convertirse en un gran cazador, por ello, Blue Panther no deja de aconsejar a sus hijos, tal como lo comparte Dark Panther.
El Pantera Oscuro comenta que, pese a ya ser una fiera sobre el cuadrilátero, don Genaro Vázquez no deja de estar sobre de él y sus hermanos, checando cada uno de sus movimientos dentro y fuera del ring.
“Mi papá siempre nos está aconsejando y siempre está atrás de nosotros insistiendo en que debemos de entrenar, es algo que siempre nos dice y siempre nos está acarreando, siempre nos habla por teléfono y nos dice el horario en el que debemos de estar, pero siempre siempre entrenando.
“También nos dice que debemos de calmar los nervios que tenemos, que aprendamos a controlarlos y siempre tenemos sus consejos”, indicó.