Ciudad de México
Max Verstappen quiere dejar su huella en el Gran Premio de China.
Para ampliar su dominio en la Fórmula Uno, el neerlandés necesita ganar en Shanghái, una pista que sí conoce, pero al mismo tiempo es una incógnita ante su ausencia en el calendario en las últimas 4 temporadas por la pandemia de Covid-19.
Si el tricampeón logra subir a lo más alto del podio el domingo, sería su primera victoria y la tercera de Red Bull en este país, pues anteriormente se impusieron con Sebastian Vettel, en 2009 y con Daniel Ricciardo, en 2018.
Las ventajas para "SuperMax" es que cuenta con el monoplaza más rápido y estable de toda la parrilla, además de registrar cuatro top 10 en sus últimas participaciones en territorio chino, con un podio del tercer puesto en 2017.
"Es una gran pista de carreras en China y tiene un diseño único, con curvas más complicadas y largas rectas que presentan muchas oportunidades para adelantar.
"Siempre me ha encantado pilotar en este circuito, así que estamos deseando ver lo que nos depara este fin de semana", comentó Verstappen.
Si en el garaje del equipo de las bebidas energéticas encuentran la puesta a punto óptima del RB20, además de cruzar primero la bandera a cuadros en la carrera principal, el actual monarca de la Máxima Categoría tiene la posibilidad de apuntarse 8 puntos más en la primera Sprint del año.
"Estamos ansiosos por llegar a China, ya que será un desafío por delante, especialmente porque será un fin de semana Sprint. Este elemento añadido genera más entusiasmo entre los aficionados", señaló.
Sergio Pérez va por la misma ruta de su compañero: salir airoso de Shanghái, que lo acercaría a Verstappen en el Campeonato de Pilotos -actualmente hay 13 puntos de diferencia- y un primer triunfo en la campaña le daría ese soporte para negociar su permanencia en Milton Keynes.
No obstante, el historial de Checo en China es poco alentador, con dos novenos sitio en 2014 y 2017 con Force India, así como una octava posición en 2019, con Racing Point.
PONE A PRUEBA A LOS PILOTOSEl Circuito Internacional de Shanghái, donde se corre el GP de China, cuenta con una longitud de 5.451 kilómetros y 16 curvas, algunas más cerradas que otras, que ponen a prueba las habilidades de los pilotos.
Cuenta con rectas de alta velocidad en las que se pueden realizar adelantamientos con o sin DRS, así que los lugares de partida cambiarán
vuelta a vuelta.
La frenada es importante al salir de las curvas trabadas (de la 1 a la 4 y la 11 y 12) para no perder estabilidad en el monoplaza y después pisar a fondo el acelerador para no perder terreno ante los rivales.