París, Francia
"Sonó la campanada final, llegué a mi esquina y les dije: ganamos", recordó el boxeador Marco Verde, quien —gracias a esa seguridad— se instaló en la final de la categoría de -71 kilogramos y está a nueve minutos de marcar un hito para México en Juegos Olímpicos.
La organización de París 2024 decidió que el histórico recinto de Roland Garros cambiara la arcilla y pelotas amarillas por un ring y guantes, para que el mundo viera a los mejores pugilistas olímpicos, entre ellos un tricolor, quien reunió a cientos de mexicanos en las gradas para apoyarlo en el duelo contra el británico Lewis Richardson.
Verde escuchó la campanada inicial y fue a conectar a su rival, quien, pese a recorrer el encordado, no pudo escapar del daño del mazatleco. Esto obligó a Lewis a ir al frente para el segundo asalto; Marco resultó más afectado y de nueva cuenta era matar o morir en el tercer episodio.
"Tuvimos que ajustar, fue un round más inteligente. Había que conectar dos, tres golpes y moverme", explicó el boxeador, quien no dejaba de saltar en el ring cuando se confirmó que está en la final.
El contrincante será Asadkhuja Muydinkhujaev, de Uzbekistán. "Contra él no he peleado", reconoció, aunque "Sí lo hemos visto y sabemos que es un rival difícil, pero qué rival no lo es".
A final de cuentas, ya está cerca del anhelado oro.