El español estaba sumamente conmovido aquel 23 de septiembre en la Laver Cup, en Londres, cuando el suizo dijo adiós después de más de dos décadas.
Y es que ambos se enfrentaron en 40 ocasiones: 16 victorias para Su Majestad y 24 para Rafa, una rivalidad épica en el tenis.
“Al final se va una persona o se retira una persona que admiro y aprecio, con la que he compartido mucho durante tantos y tantos años y con la que al final hemos formado una rivalidad con la que creo ha sido bonita, en todos los sentidos, tanto deportivamente hablando como humanamente hablando.
De alguna manera se va una parte de lo que ha sido importante en mi vida profesional; primero que todo la tristeza de despedir a un ícono del mundo del deporte, uno de los más importantes, a un muy buen compañero, en este caso”, expresó Nadal en entrevista.
Entre lágrimas, Rafa despidió a su amigo y con el retiro de Federer también terminó la historia de una gran rivalidad entre dos leyendas del tenis mundial.
Fue el final de una era en el deporte blanco, entre dos tenistas que jugaron por primera vez en 2004, en la tercera ronda del Abierto de Miami, con una victoria para el español -de entonces 17 años- sobre el que a la postre se convertiría en ganador de 20 títulos Grand Slam, dos menos que Nadal.
“Como gran aficionado al deporte, más allá de todo lo que he comentado, despedir a un gran campeón es motivo de tristeza y también de emoción”.