Christian Horner, jefe de Red Bull, estará presente en las pruebas de pretemporada que se realizarán en Bahréin, mientras se aclara la investigación que hay en su contra.
El británico fue acusado por una empleada de la fábrica de comportarse de manera inapropiada, sin embargo, no se ha comprobado o desestimado dicha información.
La situación ha escalado hasta los altos mandos de la Federación Internacional de Automovilismo y a la Fórmula Uno, organismos que no pueden intervenir en el veredicto de la escudería de las bebidas energéticas a menos que cause daños al campeonato.
Hace dos semanas, cuando se hizo pública la demanda, se especuló que la causa fue el modo agresivo y autoritario que usaba Horner para dirigirse al personal.
Después, se esparció el rumor de conductas sexuales inadecuadas, específicamente al enviar fotos íntimas.
No es la primera vez que se presentan un problema así en el deporte motor. Desde presidentes hasta pilotos fueron descubiertos realizando actividades comprometedoras.