PARÍS, Francia.- Arrodillado en el suelo, con los ojos llenos de lágrimas y mirando al cielo fue como el boxeador Marco Verde festejó su dramática victoria (4-1) sobre Nishant Dev, de la India, que lo colocará en el podio de la categoría -71 kg de los Juegos Olímpicos de París 2024.
"¡Sí, lo lograste hijo!", se escuchó de una fuerte voz desde la tribuna. Verde buscó a la persona y cuando lo encontró sólo extendió su brazo para unir fuerza a la distancia, sabiendo que ambos son los únicos que conocen el fondo de este triunfo. "Cumplí lo que prometí, lo que todos los días me decía, que le iba a regalar una medalla a mi padre, a mi abuela y a mi familia", subrayó "El Green", quien no paraba de llorar, porque "las lágrimas de felicidad" no tienen fin.
En los primeros tres minutos, el de la India aplicó su experiencia para hacer ver como novato a Verde. "Mi entrenador me dio un coscorrón, porque por supuesto que perdí el primer round", indicó el mazatleco. En el segundo asalto, Marco mejoró con combinaciones cortas que le permitían impactar a Nishant. En el tercer round Marco Alonso "sabía que tenía que salir a matar o morir", así que la única opción era "sacar el estilo agresivo del boxeador mexicano... Le dejé la decisión a los jueces", quienes determinaron que el joven soñador fuera el victorioso y se instalara en las semifinales de la justa para asegurar la cuarta medalla para México.
La medalla en los Juegos Olímpicos de París 2024 ya la tiene en su bolsillo; sin embargo, el de Mazatlán quiere que sea dorada, por lo que buscará el boleto a la final.
Marco Verde buscará avanzar al duelo por el campeonato olímpico cuando enfrente al británico Lewis Richardson el próximo martes en el estadio Roland Garros, a las 13:46 horas.
Uziel Muñoz queda en el octavo lugar.
Ante un imponente Stade de France, el atleta mexicano Uziel Muñoz sonrió, miró al cielo y levantó los brazos en señal de triunfo.
Un gesto que fue respondido por la grada, que reconoció su esfuerzo al quedar en un meritorio octavo sitio en la final de lanzamiento de bala.
Con la dedicatoria de su competencia a su hermano fallecido en 2016, Muñoz comenzó a demostrar sus tres primeros lanzamientos, que marcaron: 20.68m, 20.88m, 20.80m, con lo que logró meterse entre los ocho mejores y ganar el derecho a tres oportunidades más.
Pero comenzó a llover, todo se dificultó. En su cuarto lanzamiento se marcó faul. En el quinto su marca bajó a 20.29 metros y en el sexto otra vez sus pies sobrepasaron el círculo de lanzamiento. Mas el trabajo estaba hecho: "La historia se escribió, México tiene un finalista en los Olímpicos. Ser ocho del mundo se dice fácil, pero es mucho trabajo".