El Gran Premio de Mónaco forma parte de la Fórmula Uno desde 1950 y desde entonces sólo se ha ausentado en cuatro ocasiones por diversas causas. En 1951, 1953 y 1954 fue por la falta de regulaciones con los monoplazas y en 2020 por la pandemia de Covid-19.
La carrera de Montecarlo forma parte de la Triple Corona del automovilismo, junto con las 500 Millas de Indianápolis y las 24 Horas de Le Mans, y representa un reto para los pilotos por correr en calles estrechas. Los 20 pilotos de la parrilla completarán un total de 78 vueltas que corresponden a 3 mil 337 metros, y contarán con una zona de DRS, la cual se activará entre las curvas 17 y 18.
Es fundamental que las escuderías encuentren la mejor puesta a punto en Calificación, ya que el orden de salida para el domingo sí tiene relevancia, pues hay muy pocas oportunidades de rebasar.
"En un circuito callejero, lo primero que tú trabajas en un coche tipo Fórmula es con alta carga aerodinámica para que sea el aire el que te ayude a tener el ´downforce´ (el efecto de empuje hacia el suelo) para que el coche se agarre dentro de la curva y a esto le sumas una infinidad de ajustes en la suspensión para un lograr un ajuste mecánico.
"Para un pista con curvas cerradas buscamos una puesta a punto suave, con mucha absorción de movimiento en la suspensión que nos ayude a tener una mejor tracción y también un frenado adecuado", explicó José Luis Ramírez, piloto de Nascar México y especialista en telemetría.
Una de las ventajas del Principado es que el asfalto no es abrasivo pese a que son avenidas concurridas, razón por la que Pirelli ha optado por llevar los compuestos C3 como el duro (blanco), C4 como medio (amarillo) y C5 como suave (rojo).