La vida de Arnulfo Castorena no ha sido fácil y para alcanzar sus metas ha enfrentado momentos difíciles en su familia, que no lo aceptaba debido a las condiciones en las que nació.
Ese día, el 27 de mayo de 1978, su madre falleció durante el parto y su padre lo abandonó debido a su malformación congénita. Sin un brazo y con las dos piernas sin desarrollar, comenzó su lucha.
"Fue muy difícil mi niñez. Al nacer, mi padre me rechazó completamente debido a mi discapacidad. Fue muy duro para mí porque en mi familia siempre había mucha drogadicción.
Yo había dicho que si Dios me diera la oportunidad de volver a mandarme a la tierra y me dijera cómo, le pediría que me mandara igual, como ese Arnulfo triunfador, ese Arnulfo que a pesar de tantos obstáculos que se le pusieron en el camino está orgulloso de representar a su País", comentó Castorena.
El nadador admite sentirse orgulloso de ser catalogado como un ejemplo.
"Es emocionante cuando los niños, los jóvenes o incluso las personas mayores se me acercan y, sobre todo, los niños, cuando me dicen ´me gustaría ser como tú, llegar a unos Juegos Paralímpicos´. Es motivador porque uno va dejando esa huella, esa semillita, y es cuando los jóvenes ven que realmente pueden lograrlo. Es emocionante cuando una persona mayor se me acerca, me mira y me admira al verme nadar, al admirar todo lo que he hecho durante todos estos años.
"No cualquiera llega a siete Juegos Paralímpicos, y gracias a Dios, eso es lo que más me emociona, que la gente ve que realmente dejas esa semillita y dice: ´quiero ser como tú´ y pueden lograrlo. Ellos son el futuro para México", concluyó Castorena, quien ha sido siete veces campeón del mundo, la última vez en 2023 en Manchester, y cinco veces monarca Parapanamericano.