Muy poco le duró la felicidad a Fernando Alonso por cumplir 400 carreras en la Fórmula Uno.
El piloto español arribó al Gran Premio de la Ciudad de México esperando un fin de semana de celebración en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
Sin embargo, la fiesta se convirtió en pesadilla poco después de que los semáforos se apagaron, pues el asturiano se vio obligado a retirarse de la carrera por un problema con su monoplaza.
"Retira el auto, retira el auto", se escuchó por la radio del Aston Martin cuando apenas habían transcurrido 15 vueltas en el GP de la CDMX.
El desaliento de la multitud en las gradas del AHR fue notorio, ya que Alonso es uno de los pilotos más queridos por la afición mexicana, la cual esperaba ver en acción por más tiempo al multicampeón del mundo y acompañarlo para festejar sus cuatro centenares de Grandes Premios.
Con la cabeza abajo y sin mucho que decir, el "Nano" bajó del bólido para dirigirse al garaje de su equipo, decepcionado por haber sufrido una nueva decepción en México, considerando que esta es la tercera vez al hilo que debe retirarse de la carrera en territorio tricolor por problemas con su auto.