Tras 25 minutos de acción, Alexa Grasso y Valentina Shevchenko levantaron los brazos.
Las dos peleadoras se proclamaron ganadoras al sonar la campana, pero los jueces decidieron que el resultado oficial era empate dividido.
Cerrar con todo el quinto asalto seguramente le ayudó a la mexicana Alexa Grasso para retener la corona Mosca del Ultimate Fighting Championship (UFC) en el evento estelar que se montó anoche en la T-Mobile Arena de Las Vegas.
Fueron tres jueces los que decidieron el pleito. Uno dio 48-47 en favor de Grasso, otro dio 48-47 en favor de la rusa, y el último colocó un 47-47, un empate dividido que le dejó así todavía el cinturón a la peleadora nacional.
- "Gracias a todos por venir y ¡Viva México!", apuntó la tapatía al final del combate y quien no abrió la puerta para una tercera pelea con la misma contrincante -ya ganó dos-. "Soy la ganadora, mis golpes hicieron daño".
En tanto, Shevchenko aseguró que ella hizo lo necesario para ganar y acusó a los jueces de sentir presión.
"Creo que hice lo necesario, pero los jueces tuvieron presión porque los mexicanos están festejando la Independencia de México", apuntó.
Cuando parecía que Shevchenko podía llevarse el triunfo al iniciar con todo el quinto asalto, la mexicana sacó la casta y llevó al suelo a Valentina para conectarle golpe tras golpe, algo que prendió a los casi 19 mil aficionados.
Grasso y Valentina terminaron con daños en el rostro y sangre, pero dieron una pelea digna de campeonato.
Alexa ahora dejó su marca profesional en 16-3-1, mientas que Valentina 23-4-1.