Ciudad de México
Gerardo Martino no conoce la calma después de la tormenta.
Que si la Selección Mexicana fracasará en el Mundial por su estilo de juego, que si Javier Hernández hace falta, que si los incondicionales insisten con el grito homofóbico o que si lidia con problemas de salud, pero lo cierto es que el “Tata” no tiene paz.
Incluso en los momentos más dulces, su proceso tuvo episodios turbulentos, como la rebeldía de algunos jugadores para representar al Tricolor.
Las tres derrotas contra Estados Unidos, las goleadas que le propinaron Argentina (rival en el Mundial) y recientemente Uruguay, y el clamor popular al ritmo del “¡Fuera ‘Tata’!” enturbian la atmósfera del Tri a cinco meses de encarar en Qatar 2022 a figuras como Robert Lewandowski y Lionel Messi.