MONTERREY, NL
Los Tigres van por otro "Aztecazo", uno para ser bicampeón y convertir su dinastía en la nueva realeza del futbol mexicano.
"Con un sueño en la mente", reza uno de los principales lemas de la afición, que hoy espera que los Tigres alcancen la novena estrella, en un 2023 en el que ya le ganaron a las Chivas y ahora lo quieren hacer ante el América.
A las 19:30 horas en el legendario Estadio Azteca, los Tigres enfrentan al América en la vuelta de la Final del Apertura 2023, de la Liga MX, y en donde se esperan alrededor de 80 mil almas presentes.
Así como hace 41 años, Batocletti, Miloc, Boy, Barbadillo y Orduña, entre otros, se convirtieron en el primer visitante en ganar en el Azteca, hoy la generación de Nahuel, Guido, Carioca, Aquino, Quiñones, Gignac y el resto lo quiere hacer de nuevo.
Seis de los ocho campeonatos felinos han sido en patio ajeno, lo que refleja el temple de un equipo acostumbrado a venir de atrás y saber sufrir los momentos de un partido jugado con el público en contra. Sin embargo, la grandeza del América se ha construido principalmente en el Coloso de Santa Úrsula, en donde suman nueve títulos y sólo dos subcampeonatos cerrando en casa. En total, las Águilas han ganado 13 coronas de Liga.
El global está empatado 1-1 y el campeón tendrá que salir del tiempo regular, extra o los penaltis.
Los Tigres ya recuperaron físicamente a Luis Quiñones, quien superó un desgarro en la pierna izquierda, y su participación podría ser desde el arranque. Un movimiento obligado será el de Diego Reyes en lugar de Samir Caetano para hacer pareja en la central junto al capitán Guido Pizarro.
Para lograr el bicampeonato, los felinos deberán mejorar lo hecho en la ida, en donde fueron superados en el desarrollo de juego por el América, un cuadro azulcrema que busca cerrar con broche de oro el superliderato de temporada regular en el primer torneo del técnico brasileño Andre Jardine. El América no es campeón desde 2018, cuando vencieron al Cruz Azul.
Hace 18 años, el brasileño Julio César Santos anotó el 4-1 que ponía a los Tigres en las Semifinales, eliminado al superlíder América. Aquella noche fue bautizada como el "Aztecazo", ese que hoy se espera se repita, pero ahora bañado en letras doradas para vivir un sueño incomparable.