DOHA, Qatar.- Gerardo "Tata" Martino no tiene un gesto tranquilo. Tampoco es que haya estado de mal humor, pero se nota que carga tensión, a pocas horas del juego contra Polonia, el primer de la Copa del Mundo de Qatar para el Tricolor y para él.
El discurso no es diferente. Martino no cruza la línea diplomática. No advierte, no amenaza, pero tampoco deja que pongan palabra en su boca.
Alguien le pregunta si mantiene que a la Selección le hace falta intensidad y el técnico de la Selección Mexicana responde: "Eso lo dije en noviembre del año pasado, cuando perdimos ante Canadá y Estados Unidos, los dos peores partidos que hemos tenido. De hoy no he dicho esto, eso ya quedó atrás. En el último año no nos ha faltado intensidad".
El micrófono es arrebatado al interlocutor por la gente de la FIFA, el "Tata" pide que no se lo quiten, pero las reglas del organizador del evento se cumplen.
Pero las preguntas siguen, y van hacia el pasado o lo que puede ser el futuro… Del presente poco se pregunta.
¿Se quedará si al Tricolor le va bien en el Mundial?Martino no piensa mucho para responder: "Quedarme o no, no se determina de cómo vaya en la Copa del Mundo. El entorno se cambia con dos goles, o dos triunfos y lo veo así desde hace cuatro años".
Gerardo Martino no tenía ganas de pelear, pero tampoco de profundizar en varios temas: "No me siento diferente de cuando debuté con Paraguay en el 2010, no recuerdo que sienta diferente de lo que fue en aquellos momentos".