GUADALAJARA, Jalisco.- Chivas ha extraviado la memoria para ganar: Chivas empató 0-0 ante un alicaído Pachuca y así acumuló su cuarto partido sin victoria que sólo le alcanzó para llegar a la séptima posición con 14 puntos, que poco le aporta para escalar posiciones hacia la zona de clasificación.
MARCO INMEJORABLEChivas salió con la única opción de salir triunfante ante los 31,370 aficionados en el Akron.
- Una semana después de la masacre ante el América, el técnico Veljko Paunovic hizo cinco ajustes en relación al Clásico Nacional y envió a la cancha Alan Mozo, Gilberto Sepúlveda, Yael Padilla, Ronaldo Cisneros y Ricardo Marín.
Los sacrificados fueron Antonio Briseño, Jesús Sánchez, Rubén González, Isaac Brizuela y Alexis Vega y, por supuesto, el otro que se quedó en la banca fue Víctor ´Pocho´ Guzmán.
En los primeros 7 minutos, Pachuca fue el mandón en la cancha, pero sin generar peligro, y después Chivas tomó el control que se reflejó al 11´con un servicio de Roberto Alvarado que Ricardo Marín no se comprometió a rematar director de cabeza y se la cedió a Cristian Calderón, quien rebanó el balón lejos de la portería.
Chivas jugaba mejor ante un Pachuca atrincherado sin deseos de proponer, y al 18´, Ronaldo Cisneros disparó fuera del área, pero Carlos Moreno estuvo atento para desviar.
Y cuando parecía que la fortuna le sonreía a Chivas con un penal a favor al 28´, el árbitro César Ramos revisó el VAR y determinó que no hubo falta sobre Alan Mozo.
El cierre del primer tiempo de Chivas sería intenso, pero sin contundencia.
Para la segunda parte, Chivas mantuvo una dinámica intensa que tenía replegado a Pachuca, pero sin definir, y tampoco funcionaron los ingresos de Víctor Guzmán y Alexis Vega, quien fue abucheado desde su entrada y por cada balón que tocaba.
El panorama se oscurecía para Chivas cuando César Ramos revisó el VAR y marcó penal por una falta de Jesús Orozco. Pero al 78´, Miguel Jiménez se ponía el traje de héroe al atajar el tiro de Illian Hernández. De poco sirvió la emoción de la acción de Jiménez, porque Chivas, pese al empuje y el dominio, no logró definir y sólo provocó el abucheo de su afición desencantada.