CIUDAD DE MÉXICO.- Josh Allen y los Bills tienen prohibido fallar en semanas consecutivas, y más en su primer juego en casa.
Después de que Allen sufrió tres intercepciones y perdió un balón en el duelo ante Jets de la Semana 1 -nadie tiene más pérdidas en la NFL que Allen desde 2018, con 84-, Búfalo tendrá que imponer condiciones desde el primer cuarto.
COMPROMISO NADA FÁCILY es que el partido no es tan fácil, pues los Bills (0-1) reciben a los Raiders de Las Vegas (1-0), que fueron comandados ante Denver a la ofensiva por Jimmy Garoppolo, quien llegó a la franquicia en el verano proveniente de los 49ers. Garoppolo, de 31 años, lanzó para 200 yardas, dos touchdowns y una intercepción. La buena noticia para Bills es que no contará con Jakobi Meyers, quien se recupera de una conmoción.
- Allen, de 27 años, necesita que James Cook imponga un ataque terrestre, pues en el primer juego solamente sumó 46 yardas, mientras que a los Bills también les urge que Stefon Diggs encuentre la química con Allen, pues ante los neoyorquinos hubo ocasiones que parecía que el receptor le reclamaba al quarterback.
Una derrota para los Bills podría alejarlos de los sueños de llegar a la cima, y más en una división tan peleada como el Este de la AFC, mientras que los Raiders es el único equipo que logró ganar en la Semana 1 en el Oeste de la Americana.
Ambos equipos tendrán algunas bajas sensibles. La rodilla de Von Miller todavía no está al 100 por cierto, y eso le pega a la defensa de Bills, mientras que Raiders no contará con el receptor a Meyers, quien la semana pasada atrapó nueve pases para 81 yardas, pero quedará fuera por una conmoción cerebral.