CIUDAD DE MÉXICO.- La manera en que se juega el futbol americano profesional ha cambiado drásticamente en los últimos diez años, y tanto Chiefs como Eagles son parte de esa evolución en la NFL.
De acuerdo con el sitio 33rdteam.com, hoy la mayoría de los equipos atacan desde una formación conocida como "escopeta", eso significa que su objetivo primordial es lanzar un pase, en caso, contrario, fingir un pase para darle la pelota al corredor tras provocar una duda instantánea en la defensa con la esperanza de que eso le dé una ventaja al corredor para hallar un hueco.
En 2012, la escopeta se usaba en 48% de las jugadas al ataque; hoy, se usa en 66 por ciento y los dos protagonistas del Super Bowl están entre quienes más recurren a ella. Eagles parte de esa formación en 83 por ciento de sus jugadas al ataque, mientras los Chiefs lo hacen en 79.
Hay razones que explican esa elección: cuando el mariscal de campo se coloca a cinco o seis yardas atrás del centro, tiene una ventaja casi de un segundo sobre la línea defensiva. El balón está en sus manos cuando los defensas apenas comienzan su movimiento, así, puede observar hacia dónde van sus receptores y cómo ataca la defensa.
Si ve un espacio puede correr de inmediato, o mirar si su receptor está cerca de liberarse de la marca. En el relampagueante futbol actual, esas fracciones de segundo son determinantes para el éxito de una jugada.
En la vieja NFL el quarterback se colocaba detrás del centro, recibía el balón corría hacia atrás seis o siete yardas, preparaba el pase y lanzaba. Hoy, en una fracción la pelota está en sus manos y eso le permite soltar con mayor velocidad.
Jugadores como Patrick Mahomes y Jalen Hurts tienen gran ventaja en esta formación porque son muy veloces y se deshacen del balón muy rápido. Por eso mismo, las defensas deben mantener cierta precaución, no atacan tan rápido como lo hacen con un mariscal lento por temor a una finta que le abra un carril enorme.
Hoy, cuando seis o siete de cada 10 jugadas comiencen se hará un homenaje, silencioso, al arquitecto de esa herramienta. Tom Landry, primer coach de los Cowboys de Dallas, quien recurrió a ella en situaciones obvias de pase, cuando faltaban más de cinco yardas para mantener el avance.
En el primer año en que la usó, 1975, pasaron de una temporada mediocre a clasificar a playoffs y colarse al Super Bowl, en el que mantuvieron ventaja sobre los Stelelers hasta casi el final del juego, cuando un pase fenomenal de Terry Bradshaw a Lynn Swan acabó con ellos.
La escopeta pasó de ser una excentricidad a una herramienta indispensable en la NFL. Landry, considerado uno de los genios de la liga, seguramente estaría orgulloso al ver cómo se ha popularizado. Quizá su alegría sólo sería opacada, como solía pasar, porque no siempre se ejecuta con el cuidado que él exigía y eso, como le ocurrió varias veces, echaba a perder sus cuidadosos planes.