Florham Park, Nueva Jersey
La temporada de Aaron Rodgers llegó a su fin. Y también hay algunas dudas sobre si su carrera también pudo haber terminado.
Bueno, no es lo que piensa Robert Saleh, el entrenador en jefe de los Jets de Nueva York.
"No he tocado el tema con él", dijo el estratega el miércoles. "Quiero decir, estaría sorprendido si esta es la forma como se va a despedir pero, al mismo tiempo, están pasando muchas cosas por su mente con las que tiene que lidiar".
"Ese será el último tema del que hablé con él".Pero seguramente será una conversación que se debe tener con el quarterback de 39 años, quien se rompió el tendón de Aquiles izquierdo en la cuarta jugada de su debut con los Jets el lunes por la noche, en la victoria en tiempo extra 22-16 sobre los Bills de Buffalo.
Saleh informó que Rodgers está haciendo consultas médicas para determinar cuál será su siguiente paso, que incluirá una cirugía.
Rodgers encara una larga y ardua recuperación y rehabilitación de la lesión. Cumplirá 40 años en diciembre y ha considerado retirarse en el pasado. En febrero decidió que quería seguir jugando, y que quería hacerlo con los Jets.
Su traspaso a Nueva York, procedente de Green Bay en abril, reanimó las expectativas para una franquicia que lleva 12 años sin clasificarse a los playoffs en 12 años, al punto de ser considerada como candidatos de ir al Super Bowl.
Ahora, Rodgers no podrá contribuir en el campo el resto de la temporada, pero los Jets desean que todavía pueda ayudar al equipo a ponerle fin a la sequía de postemporada al seguir conectado con sus compañeros de equipo y entrenadores.
"Es importante para él, para su salud mental y su recuperación", dijo Saleh. "Pero su presencia, sus palabras, su bagaje, como he dicho, es tanto un entrenador como un es jugador. Y el tan solo tener su presencia, sus ideas, sus palabras y su liderazgo, creo que cualquiera quisiera eso".
Los Jets confiarán una vez más en Zack Wilson para reemplazar a Rodgers, después de que la segunda selección general del draft de 2021 anduvo a los tumbos en sus primeras dos temporadas en la NFL.