LONDRES, Inglaterra.- Manchester City dio otro golpe de autoridad y dejó claro que hoy por hoy no hay rival que le pueda competir.
Esta vez fue sin demasiado espectáculo, pero sí con un futbol práctico que le bastó para llevarse la FA Cup en Wembley.
SIN COMPLICACIONESUn cuadro citizen que en muchos lapsos lució a medio gas, no tuvo demasiadas complicaciones para vencer 2-1 en la Final del certamen a un Manchester United que lo intentó todo, pero cuyos esfuerzos fueron inoperantes para disfrazar la diferencia que existe ahora mismo entre los archirrivales de ciudad.
Porque ni siquiera hizo falta que apareciera el goleador de moda Erling Haaland para que los de Pep Guardiola fueran ganando desde el segundo 12, con un disparo desde fuera del área de Ilkay Gündogan que dejó parado a David De Gea.
- Sí, desde la primera jugada se dejaría claro que el campeonato tenía nombre y apellido, incluso, desde antes del comienzo del encuentro.
Ayer no fue el día de los Halaand, los De Bruyne o los Bernardo Silva, pero sí fue el momento de Gündogan y con eso fue más que suficiente para ponerse la corona.
Al 51´, el mediocampista alemán prendió otro balón de volea para clavar su segundo tanto del partido y devolverle la ventaja al City, que se había visto alcanzado gracias a una jugada circunstancial y un penal cobrado por Bruno Fernandes durante la primera parte.
Después, los Red Devils lograron ponerle un poco de dramatismo a la definición del título con algunas aproximaciones, pero tanto fuera como dentro de la cancha parecía que el destino ya estaba escrito, el mismo que hizo dueño de Inglaterra al Manchester City.
No hay quien le plante cara a los de Guardiola, que ya tienen más de la mitad del camino recorrido rumbo al Triplete en esta temporada, habiendo ganado la Premier League y FA Cup, mientras esperan alzar la Champions League el próximo 10 de junio.