Doha, Qatar
En el mismo día en que el astro principal de Brasil volvió a jugar en Qatar, el superastro de Corea del Sur se despidió.
Son Heung-min es para la selección surcoreana lo que Lionel Messi para la argentina, Cristiano Ronaldo para la portuguesa y, sí, Neymar para la brasileña.
Y en la jornada en la que Neymar se recuperó de una lesión de tobillo para anotar en la goleada de 4-1 que Brasil le endilgó a Corea del Sur el lunes en los octavos de final, la oportunidad de Son para brillar en el certamen se apagó rápidamente.
“Lo dimos todo”, admitió Son. “Brasil es el favorito, vean a sus jugadores. Si les das espacio, anotan. Estoy tan orgulloso de lo que hicimos y no quiero culpar a nuestros jugadores por que lo dieron todo”.
El partido deparó para Son la frustración de saber que no alcanzaría su mejor nivel de juego durante el certamen en Qatar. No después de una fractura en un hueso orbital, sufrida hace apenas una semanas.
La lesión lo obligó a usar una máscara protectora durante sus cuatro cotejos.
Desde luego, llegó al Mundial, pero no fue el mismo jugador que se ha consolidado como uno de los mejores delanteros en Europa con el Tottenham y que compartió la cima en la tabla de goleadores de la Liga Premier la campaña pasada, junto con Mohamed Salah, con 23 dianas.
- Se marcha del Mundial sin marcar un solo gol.