Ningún mexicano en la historia de las Copas del Mundo ha jugado tantos partidos como Rafael Márquez.
Nacido en Zamora, Michoacán, y apodado como “Kaiser” en el Barcelona, Rafa se convirtió en el tercer jugador en participar en cinco Mundiales, junto a Antonio “La Tota” Carbajal y el alemán Lothar Matthäus, con un total de 19 duelos disputados.
También fue el segundo mexicano en marcar en tres certámenes distintos, y eso que era defensa central.
El idilio de Márquez comenzó en el Mundial Corea-Japón 2002, siendo el capitán, con apenas 23 años.
Sin embargo, aquella aventura terminó mal debido a que en el juego de Octavos de Final contra Estados Unidos, salió expulsado por una patada sobre la espalda de Cobi Jones.
En Alemania 2006, ya como jugador del Barcelona y flamante campeón de la Champions League, lideró al equipo de Ricardo La Volpe y puso adelante al Tricolor en el partido de Octavos frente Argentina, en el que México cayó en tiempo extra con el golazo de Maxi Rodríguez por 2-1.
Para Sudáfrica 2010, Márquez rescató el empate en el partido inaugural contra el anfitrión, con un disparo de pierna derecha que silenció a las estridentes vuvuzelas del estadio Soccer City de Johannesburgo.
Cuatro años después, Rafa llegó con 35 años al Mundial de Brasil y anotó en el tercer partido de la fase de grupos ante Croacia.
El técnico Juan Carlos Osorio decidió respaldar su trayectoria y le otorgó un lugar, con 39 años de edad, en Rusia 2018, donde alcanzó el récord de “La Tota” y Matthaus en el histórico juego en el que México venció a Alemania, entrando en el segundo tiempo por Andrés Guardado.