El futbol tiene un grato recuerdo del "Fenómeno", Ronaldo Nazario, pero para Fabio Capello fue un dolor de cabeza.
Fabio Capello regresó al Real Madrid para la temporada 2006-2007 con hambre de revancha. Ya había entregado un título de LaLiga en 1996-1997, pero fue despedido por no presentar un futbol ofensivo. Nunca pensó que su retorno se vería empañado por una batalla contra el brasileño.
El prestigiado Fabio Capello, quien, para entonces, además de presumir ese campeonato con el Real Madrid con todo y su rígido juego defensivo, también ya lucía las conquistas de 3 títulos de la Serie A y una Champions League con el Milán, y un campeonato del Calcio con la Roma.
Su regreso al Real Madrid tendría que ser triunfal en un equipo plagado de estrellas como Ronaldo, David Beckham y Ruud van Nistelrooy , entre otros.
Del jugador que más esperaba era de Ronaldo, pero se encontró con una versión decadente, con sobrepeso y con una locura por las fiestas y las mujeres que repercutía en el resto de sus compañeros.
En la segunda vuelta de la temporada, Fabio Capello se vio obligado a pedir la baja de Ronaldo, al no poder lidiar con una figura que ya sólo vivía de sus glorias pasadas.
"En febrero de 2007, decidí despedir a Ronaldo, era una persona a la que le gustaba la fiesta e involucraba al grupo saliendo con él. Van Nistelrooy se quejó una vez que el vestuario olía a alcohol. Era verdad.
"El talento más grande que entrené es Ronaldo, "El Gordo", para que nos entendamos. Y a la vez fue el que más problemas me creó en el vestuario. Hacía fiestas, cualquier cosa. Ronaldo pesaba 94 kilos ese año. En Corea, en el Mundial de 2002, pesaba 82. Le dije que bajara de peso... llegó a 92.5", platicó Capello.
Una vez aceptada por la directiva la baja Ronaldo, el entonces propietario del Milán, el empresario Silvio Berlusconi se comunicó con Fabio Capello para pedir referencias del astro brasileño.
"Berlusconi me llamó para pedirme consejo sobre la compra de Ronaldo. Le aconsejé diciendo que era un fiestero que sólo pensaba en las mujeres. Berlusconi me dijo ´Gracias, Fabio´. Al día siguiente, Ronaldo estaba en Milán", relató Capello.
Los números demostraron que Ronaldo iba en picada, porque en el Milán sólo participó en 20 partidos y metió 6 goles en las dos temporadas que estuvo en el Milán. Pero Fabio Capello también tuvo conflictos con su compatriota italiano, Antonio Cassano, quien era adicto a las papas fritas.
"Con Cassano me fui a las manos. Cassano pedía patatas fritas antes de cada partido, algo inaceptable. Me enfadé más con el chef que con él. No entendía que hiciera esas cosas", contó Capello.
"Cassano es mi mayor arrepentimiento porque no pude convertirlo en el gran jugador que pudo haber sido. Trabajé muy duro, pero no lo logré. La esposa de Antonio lo puso en el camino correcto y le pregunté por qué no se casó con él a los 21 años", mencionó Capello sobre aquellas dos amargas experiencias.
Y sí, pese a todos los problemas, Capello volvió a coronarse con el Real Madrid como campeón de Liga. Pero al igual que en la temporada 1996-1997, la recompensa del Madrid fue la misma, le dieron las gracias por no estar conformes con su estilo de juego.