- Phoenix, Arizona
No podía ser de otra manera. Con Nathan Eovaldi y Zack Gallen en la lomita, no se podían esperar muchos fuegos artificiales, y durante ocho entradas no se vieron. Arizona perdonó en el momento oportuno y Texas, que fue secado por seis entradas, respondió a la hora cero para ganar su primera Serie Mundial, al hacer historia e irse 11-0 como visitante durante la actual postemporada.
Gallen salió inspirado, con el cuchillo entre los dientes, y en sus hombros estaba la supervivencia de los Diamondbacks. Lanzó 6.1 entradas, 18 outs perfectos, pero en la séptima el brazo no alcanzó. Permitió tres hits y una carrera limpia, la del campeonato, rayita que se clavó como un puñal y dejó agonizando a todo Arizona.
Eovaldi, el llamado a ser el as de los Rangers, salió a sufrir. Se paró en la loma y —entrada a entrada— puso el juego en predicamento, pero su corazón helado y su infalible brazo derecho dejó a los D-backs con nueve corredores en posición de anotar. El ya dos veces ganador de Serie Mundial se fue con seis entradas lanzadas, cuatro hits, cinco ponches y cinco bases por bolas.
Labor que valió para el triunfo definitivo (5-0, 4-1 en la serie).
Duelazo de pitcheo que sólo podía ser roto por los mejores bates de los Rangers. Corey Seager rompió el perfecto en la séptima, Evan Carter lo puso en tercera y Mitch Garver lo remolcó al plato.
Después de Eovaldi, vinieron Aroldis Chapman y Josh Sborz, quien llevó el encuentro hasta el final, sin necesidad de José Leclerc, que quedó con tres salvamentos en Serie Mundial y 12 en postemporada. Punto final a un Clásico de Otoño histórico, por ser el primero para los Rangers.
POR SEGUNDA VEZ, SEAGER ES JUGADOR MÁS VALIOSO DE LA SERIE MUNDIALCorey Seager inscribió su nombre junto al de tres peloteros integrantes del Salón de la Fama, al acumular 1.270 pies con sus jonrones y pegar un sencillo clave para que los Rangers de Texas conquistaran la Serie Mundial por primera vez en la historia. Seager se unió el miércoles a Sandy Koufax, Bob Gibson y Reggie Jackson como los únicos peloteros que han ganado dos veces el premio al Jugador Más Valioso de una Serie Mundial, con su tercia de vuelacercas ante los Diamondbacks de Arizona.