Ciudad de México
Recordar es volver a vivir.
Los 30 equipos de las Grandes Ligas cuentan con una casa en la que se reúnen los aficionados para disfrutar de la victorias y de las derrotas.
Además del juego, las otras atracciones que hay alrededor del parque de pelota hacen que la experiencia de los asistentes sea inolvidable.
Disfrutar de un lanzamiento a más de 95 millas por hora o de la reacción inmediata de los bateadores a la hora de conectar un jonrón se vive diferente, si estás degustando alguno de los platillos o bebidas típicas de los estadios.
El ambiente que se genera en los inmuebles también le da ese toque adicional a un partido del domingo por la tarde.
Por ejemplo, las canciones de Selena, Los Ángeles Azules y de los Tigres del Norte, que toca el organista de los Dodgers, Dieter Ruehele.
Queda claro que en el Rey de los Deportes lo que marca el reloj es relativo, así que en esta segunda entrega se presentan algunos de los datos más curiosos de las guaridas de Dodgers, Nacionales de Washington y de los Rockies de Colorado.