Framber Valdez y Luis García se han consolidado como piezas fijas en la rotación de los Astros de Houston.
Ambos se emplean a fondo en su preparación previa a cada apertura en el estadio y también ... en la barbería.
Animados por expresar su personalidad, ambos lanzadores se hicieron extensiones de cabello. Y están exhibiendo sus vistosas trenzas en esta pretemporada, en la que Houston intenta alcanzar la Serie Mundial por cuarta vez en seis años.
García, con un cabello rizado que caía hasta los hombros, optó durante el verano añadirle trenzas adornadas con perlitas decorativas en las puntas
“La gente se fijaba más en mí con las trenzas, ya que no es un ‘look’ normal”, dijo el venezolano de 25 años.
Para Valdez, quien abrirá el segundo juego de la serie divisional de la Liga Americana el jueves contra Seattle, la transformación fue más dramática.
Para hacerse notar en su primer Juego de Estrellas en julio, el zurdo de 28 años añadió rastas que fluían hasta los hombros a un cabello que había sido recortado muy finamente por los costados.
Lucir un cabello estrafalario es algo habitual en el béisbol. El jardinero Oscar Gamble lucía un afro resplandeciente en la década de los 70. Más recientemente, el lanzador Noah Syndergaard se ganó el apodo de “Thor” por su enorme melena rubia.
Los bigotes también han dejado huella, como el icónico bigote de Rollie Fingers.
El primera base de los Astros Yuli Gurriel siempre había lucido el corte de cabello más extraño en el equipo. Su estilo con el pelo alzado asemeja a las hojas de una piña.
La recepción fue mejor a la que tuvo el astro de NBA Jimmy Butler por unas trenzas que estrenó este verano. El delantero del Heat de Miami fue foco de chistes por unas extensiones de rastas. Negó que fueran extensiones en el día de medios, aunque sus publicaciones en Instagram dejaban en claro que lo era. Las mismas desaparecieron cuando saltó a la cancha para el primer partido del Heat en la pretemporada.
En un principio, a Gurriel no le gustaron las extensiones de Valdez. Le hizo varios bromas.
Valdez tuvo que aceptar las bromas de Gurriel y otros al principio, pero sin alcanzar el nivel de mofas que Butler tuvo que soportar.
Hacen caso omiso de los comentarios de la gente que no gusta de estilos fuera de lo común.
“A mi mamá le gusta”, dijo García. “Si para ella están bien, entonces yo también”.
Pero deben dedicar mucho tiempo para tener la cabellera bien acicalada. Ambos dijeron que las primeras extensiones tomaron más de cuatro horas y los retoques posteriores precisan de un trabajo de 90 minutos a dos horas.
García reveló otro detalleNo tenía las perlitas cuando se hizo las extensiones en junio, y sus compañeros reaccionaban perplejas cuando escuchan el ruido que hacían cuando salían al terreno de juego.
- “Eran un poco ruidosas cuando iba caminando, y los muchacos se preguntaban qué era lo que sonaba. Les decía que ‘esto’, contó García apuntando a las perlitas del cabello.