Boston, E.U.
Han estado antes en la misma situación y le dieron la vuelta, pero repetir la hazaña no será fácil para los Warriors, más cuando se metan otra vez al manicomio llamado TD Garden.
Los Warriors, con un Stephen Curry tocado del pie izquierdo, se juegan esta noche sus aspiraciones en la casa de Boston, en el Juego 4 de las Finales de la NBA, serie que favorece 2-1 a los Celtics.
El guardia de Golden State aseguró que sabe lidiar con el dolor, algo que celebran los Warriors, pues promedia en las 31.3 puntos por juego en las Finales, con 18 triples en tres juegos.
Curry se lesionó el pie izquierdo en el cuarto periodo del Juego 3, una acción similar a la que le causó una lesionó durante la campaña regular y que le costó estar fuera 12 juegos.
“Voy a jugar”, aseguró Curry.
“Es todo lo que sé en este momento. Veremos cómo se siente mañana. Debido a que pasé ya por esto en la temporada regular sé exactamente con qué tengo que lidiar, el nivel del dolor”.
La lesión que sufrió en marzo fue más grave y ahora no se le tuvo que realizar resonancia magnética.
Curry y Klay Thompson coincidieron que saben lidiar con una desventaja así. En 39 ocasiones que las Finales estaban 1-1, el ganador del Juego 3 terminó triunfador en 32 ocasiones, y en las otras 7, el equipo perdedor vino de atrás para llevarse el campeonato, y el último que lo hizo fue Warriors en 2015.
“Ya lo hemos antes. Tenemos las vibras de 2015, sabemos qué es eso”, dijo Thompson.
“Somos mejor equipo, lo demostraremos”, reviró Draymond Green, de los Celtics.