TOLUCA, Edomex.- El gobernador Alfredo del Mazo visitó la zona donde este viernes se desgajó el cerro del Chiquihuite, en el municipio de Tlalnepantla, y ordenó el desalojo de al menos 80 casas que están en riesgo.
Asimismo, confirmó que continuará la búsqueda de personas que podrían haber quedado atrapadas por las rocas que se desprendieron, al parecer debido a las lluvias y el reciente sismo.
En una entrevista con representantes de medios de comunicación, el Ejecutivo estatal confirmó que aún evalúan los daños y se intensifican las labores de rescate.
"Primero, ahí son cuatro viviendas que están afectadas, se está haciendo la búsqueda de personas que puedan estar ahí debido a las rocas que cayeron encima”, apuntó.
Informó que hay poco más de 80 viviendas que deberán ser desalojadas durante los trabajos de remoción para evitar incidentes mayores.
Del Mazo visitó la zona del derrumbe acompañado por el alcalde de Tlalnepantla, Raciel Pérez, y funcionarios de su gabinete. También acudió personal del Ejército Mexicano, Guardia Nacional y Protección Civil de los tres niveles de gobierno, que operan desde un "centro de control".
Del Mazo en la zona del derrumbe. Foto: Especial
Señaló que se instalaron dos albergues para que las personas se resguarden mientras continúan las labores para estabilizar los taludes, porque como están ahora representan un riesgo.
El mandatario consideró que la causa del incidente pudo deberse a las intensas lluvias que se han registrado en los últimos días, en combinación con el sismo del pasado martes 7.
"Es probable que tanto el sismo como las lluvias tan intensas que hemos tenido los últimos días y semanas hayan afectado y por eso fue el desgajamiento del cerro", indicó.
Insistió que la prioridad en estos momentos es estabilizar los taludes de rocas y continuar con la búsqueda de personas. Al momento –abundó-- hay al menos 10 que se reportan como desaparecidas, además de un muerto.
De igual manera, destacó que continúan levantando censos de las personas afectadas.
En la zona del derrumbe se observan grandes rocas que cayeron sobre cuatro viviendas tras desprenderse de las partes altas de un talud de cientos de toneladas. Techos y bardas quedaron destruidos por completo.