NUEVA YORK.
De custodios corruptos y represivos a un mundo tenso de jerarquías entre presas o amistades y romances inesperados, "Orange is the New Black" cuenta historias ricas y complejas sobre la vida de las mujeres tras las rejas que resonaron más allá de las celdas.
Aunque originalmente se centraba en la vida de una mujer blanca privilegiada, Piper Chapman (interpretada por Taylor Schilling), los personajes secundarios estrafalarios, volátiles, cómicos o trágicos se convirtieron en las estrellas revelación del programa.
La serie galardonada de Netflix también se convirtió en una plataforma para actrices de color gracias a sus argumentos matizados con profundidad y muchas veces esquivos.
Uzo Aduba ganó los únicos premios Emmy de actuación por la comedia dramática, mientras que la nominada Laverne Cox, Danielle Brooks, Samira Wiley y Dascha Polanco ofrecieron interpretaciones magistrales que elevaron sus carreras mucho más allá de la vida en el centro penitenciario federal de Litchfield.
A pocos días del estreno de su séptima y última temporada, el 26 de julio, esas actrices reflexionan sobre el profundo impacto que tuvo la serie en sus vidas.