GINEBRA.- El principal organismo de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos abrió su nueva sesión y se vio inmerso de inmediato en un debate sobre la representación de Myanmar, donde un golpe de Estado militar derrocó al gobierno civil en febrero.
Los países occidentales dijeron que los dos debates previstos sobre la situación de derechos humanos en Myanmar en el Consejo de Derechos Humanos debían seguir adelante incluso sin el país representado. Pero China, Filipinas y Venezuela insistieron en que debía estar presente.
Myanmar no tiene representación ante Naciones Unidas en Ginebra tras la marcha del embajador del gobierno civil después de que la junta militar tomara el control del país. El comité de acreditaciones de la Asamblea General afronta una decisión sobre qué representación de Myanmar obtiene reconocimiento.
“Si excluimos al país afectado, esto no es justo”, dijo el embajador de China, Chen Xu, que instó a que se aplacen los debates sobre Myanmar hasta la próxima sesión del consejo, en septiembre.
Sin embargo, los enviados occidentales insisten en que la situación de derechos en Myanmar es urgente, en especial en lo referente a supuestas violaciones de derechos como las sufridas por la minoría musulmana rohinya y, más recientemente, los manifestantes contrarios al golpe militar, que han encontrado una represión mortal de las protestas.
“Reconocemos que tratamos con unas circunstancias inusuales que no se han dado antes”, dijo Rita French, embajadora internacional británica para derechos humanos. “Pero debemos guiarnos por las prácticas relevantes de lo que ha ocurrido antes”.
"El motivo por el que se ordenaron dos diálogos en apenas unos pocos meses es porque hay una crisis de derechos humanos en Myanmar", dijo.
Los enviados acordaron mantener el calendario del consejo que incluye los dos debates sobre Myanmar. Pero la presidenta del consejo, la embajadora Nazhat Shameem Khan, de Fiji, admitió que su oficina seguiría estudiando si debían proceder y dijo que los planes podrían cambiar.
El Ejército de Myanmar afronta cada vez más presiones. En una decisión inusual, la Asamblea General de Naciones Unidas condenó el viernes el golpe de Estado y pidió un embargo armamentístico contra el país, en una resolución que reclamaba la restauración de la transición democrática birmana.