Miles de aficionados formaron una valla en las calles del centro de Milwaukee el jueves para festejar con sus queridos Bucks en un desfile por el primer título de la NBA de la ciudad en 50 años.
Seis policías montados a caballo encabezaron una procesión que incluyó un camión de bomberos que avanzaba sonando el claxon, y autobuses de dos pisos sin techo y camiones con plataforma en que viajaban las estrellas de los Bucks —entre ellas el Jugador Más Valioso de las Finales de la NBA, Giannis Antetokounmpo, y Jrue Holiday, así como el trofeo que obtuvieron la noche del martes con una victoria sobre los Suns de Phoenix en el sexto partido de la serie.
Los aficionados corearon “Bucks en seis”, un llamado inusual pero adorado que tiene sus raíces en una predicción infructuosa de un exjugador de los Bucks en 2013 de que el equipo se apoderaría de la máxima siembra de los playoffs en ese entonces.
Antetokounmpo cargó a su hijo Liam, de un año, a bordo de un autobús sin techo al tiempo que los fanáticos a lo largo de la ruta coreaban “MVP”. Más adelante, lanzó un balón al público.
“¡Milwaukee, lo hicimos! ¡Lo hicimos!”, gritó Antetokounmpo a los espectadores frenéticos en el Distrito del Venado, el área afuera del Foro Fiserv, casa de los Bucks. “Esta es nuestra ciudad, esta es nuestra ciudad, hombre, ¡lo hicimos! ¡Increíble!”.
Neil y Rachana Bhatia, ambos de 34 años y provenientes de Waukesha, una ciudad en las afueras de Milwaukee, llevaron a su hijo Zain, de un mes de nacido, al Distrito del Venado, señalando que querían ofrecerle a Zain un primer vistazo de lo que significa ser un aficionado de los Bucks.
Neil Bhatia consideró que la conquista del título fue “surrealista”.
“Esto unifica a la ciudad y la lleva a un escenario global. Es grandioso para la ciudad y el estado. Simplemente une a todos para festejar algo que no ha sucedido en 50 años”, afirmó.
“La ciudad ha tenido sus problemas. Lo que sé es que ha sido una ciudad que se está uniendo”, dijo Dameon Ellzey, un oriundo de Milwaukee de 45 años que vive cerca de la arena y que por mucho tiempo ha sido aficionado de los Bucks.
“En mi vecindario uno podía escuchar a todo mundo gritar de felicidad desde sus porches”, añadió Ellzey. “Personas de raza negra, blanca, asiática. En una ciudad como Milwaukee, es es enorme”.
Milwaukee ha sido considerada desde hace mucho unas de las ciudades con mayor segregación en Estados Unidos. El presidente del equipo, Peter Feigin, la llegó a llamar “el lugar de mayor segregación y más racista” que haya conocido, comentarios que posteriormente atenuó.
El ascenso del equipo ha revigorizado una ciudad de la región centro norte de Estados Unidos alejada de las sedes cosmopolitas de la liga, como Los Ángeles o Boston.
Los fanáticos se han encariñado con Antetokounmpo luego que el griego mostró su lealtad al decidir quedarse en el equipo que lo eligió hace ocho años en la 15ta selección general del draft cuando era apenas un adolescente de 18 años.
El festejo terminó afuera del Foro Fiserv, donde, de acuerdo con cifras de la policía, aproximadamente 100.000 personas se reunieron la noche del martes para ver a los Bucks vencer a los Suns en el sexto juego y conquistar el campeonato de la liga.