Cd. de México
Jorge Hernández Gárate, Emiliano Gamero y el debutante Fauro Aloi resultaron los triunfadores de la corrida de rejones de este domingo en la Plaza México.
Jorge Hernández Gárate en una lidia serena, segura con su primero al que le faltó emotividad logró momentos de mérito luciendo sobre todo al clavar banderillas, una de ellas al violín.
Excepcional pega a cargo de los Forcados Amadores de México llevando de cabo a Carlos Tirado, fue el final de una faena en la que Gárate intentó con dos rejones de muerte y el descabello para ser ovacionado con mucha fuerza para dar una vuelta al ruedo con el forcado.
En el rejón de muerte dejó Jorge Hernández Garate que realizó una soberbia faena en la que lució toreando con su cabalgadura y clavando banderillas a dos manos. Una faena que le daría sus primeras dos orejas, pero pinchó y luego descordó al animal.
La vuelta al ruedo fue del forcado René Tirado quien como siempre magistral ejecutó una gran pega de cara.
Emiliano Gamero consiguió con su primero, un toro que tuvo calidad un poco tardo pero que le permitió a Gamero lucir su cabalgar y lo certero de clavar rejones y banderillas.
Jorge Fernández fue el forcado que ejecutó al segundo intento la pega y con el que dieron una vuelta protestada.
Con su segundo hubo más momentos de emoción. Clavo banderillas largas y cortas ante un astado que se quedó parado.
En este astado fue el forcado Juan de Dios quien gracias a la ayuda de sus compañeros consiguió la pega.
A pesar de los nervios lógicos del debut, Fauro Aloi escuchó las palmas y la ovación del público pues el joven lució con banderillas largas y cortas, además de su buen cabalgar que gustaron al público.
Daniel Segura fue el tercer forcado de cara que logró la pega al primer intento.
Con su segundo, el Rejoneador debutante, pudo lucir en algunos momentos toreando con el caballo y clavando rejones y banderillas, y un toro que se quedó parado. Y aparte los forcados ejecutaron la pega al tercer intento.
Del encierro de la estancia, muy bien presentado, hubo estados que sobresalieron por nobleza y calidad, aunque todos terminaron quedando separados muy pronto.